¿Ecosistema?

Boris Soto Jelves

Ingeniero en Conservación y Recursos Naturales

Programa Biorremediación - Campus Patagonia UACh

 

Al hablar de medio ambiente y conservación, el término ecosistema siempre se hace presente, ya que si bien, no es una palabra propia de las ciencias biológicas, sí toma un peso importante para el entendimiento de algunos procesos e interacciones que ocurren en la naturaleza.

La palabra como concepto en sí, fue acuñada por el Botánico Arthur Tansley, en 1935 y su etimología proviene de “Ecos”, Oikos en griego, que refiere a casa, y “Systema” que alude a un conjunto de normas o procedimientos. Además, usó ecosistema, para definir a “un complejo de organismos junto con los factores físicos de su medio ambiente, en un lugar determinado y propuesto además, como una de las unidades básica de la naturaleza”.

La idea del concepto era acotar en un espacio geográfico las interacciones entre los seres vivos y su entorno, lo cual permitiría un mejor entendimiento de éstas. Más adelante se empezaría a estudiar las cadenas tróficas, en conjunto con los ecosistemas, lo que dio una mejor visión de las interacciones entre los seres vivos y su medio. Empezaron a entenderse algunos roles ecológicos como los productores, consumidores y descomponedores; lo anterior dio paso para realizar paralelismo con el flujo de energía, ámbito estudiado en ciencias como la Física.

Para ejemplificar podemos intentar seguir cómo la energía del sol llega a una planta y que gracias a los nutrientes y minerales del suelo, crece y es consumida por un herbívoro y éste a su vez, es cazado por un depredador que posteriormente muere y su cuerpo es descompuesto por hongos hasta integrarse como nutrientes y minerales al suelo, que vuelve a estar disponible para otra planta y así, va generando un flujo de energía entre los seres y su entorno.

Pero ¿De qué nos sirve saber qué es y cómo funciona? Además de otorgarnos una mejor comprensión de cómo son las interacciones entre las especies, nos permite poder levantar instancias de conservación de manera eficaz en zonas que ya han sido afectadas y también, podemos aplicar de una forma más sustentable el uso de algunos recursos naturales; ya que si se sabe lo que está afectando, se puede enfocar los esfuerzos en mitigar ese daño de una forma sostenible en el tiempo y minimizando al máximo las alteraciones.

En la actualidad, Chile, es uno de los países donde aún dependemos mayoritariamente de la producción y exportación de materias primas, ya sea en la agricultura, minería, pesqueras y forestales, lo cual significa que dependemos íntegramente de nuestro territorio y productividad del mismo, lo que a su vez implica muchos tipos de ecosistemas, algunos bastante dañados, para poner un ejemplo, en algunas zonas de nuestro territorio nacional el bosque nativo se intercambió por especies forestales exóticas, lo cual implicó alterar las dinámicas entre las especies que coexisten, como el ciclo natural del agua o el intercambio de nutrientes entre el suelo y los árboles, que fueron parte del bosque originario generando un impacto y alteración en el ecosistema de tal grado, que muchas veces es imposible volver a lo que fue en algún momento. Esto no solo afecta al área en sí, si no que, a las dinámicas extensas, como lo son las cuencas de ríos o lagos.

Para finalizar, el entender a qué nos referimos cuando usamos la palabra ecosistema y lo que abarca, nos puede ayudar a entender cómo dar una mejor protección, abriéndonos los ojos para entender algunas dinámicas entre especies y su entorno, que quizás no son tan fáciles de comprender en una primera instancia.