Estas cuatro últimas semanas pueden ser analizadas desde múltiples perspectivas, pues son distintas las realidades que vivimos como ciudadanos de este país. En este contexto, sin duda, florecen una serie infinita de emociones y sentimientos.
El compromiso social de la Universidad Austral de Chile ha sido irrestricto en la formación de ciudadanas y ciudadanos comprometidos con los contextos en los que viven y se involucran en el cotidiano, compromiso que no ha dejado de estar presente durante este mes, sobre todo en términos del apoyo, tanto legal como de contención emocional, a los y las estudiantes de nuestra casa de estudios.
Es por eso y siguiendo la lógica de la Universidad y del componente de Acompañamiento en Educación Superior (AES) del programa PACE (Programa de Acompañamiento y Acceso Efectivo a la Educación Superior), tenemos un gran desafío: entregar herramientas a nuestros estudiantes para hacer frente a las adversidades, tanto en la vida universitaria, como en la sociedad en que están insertos. Desde este rol de acompañamiento, es que hemos querido aportar con la creación de espacios que nos permitan estar cerca de las y los estudiantes de nuestro Campus Patagonia, saber cuáles son sus emociones, sentimientos, pensamientos y cuál es la información que manejan en su rol cívico como ciudadanos de esta nación, que hoy se esfuerza con esperanza y energía por crear un Chile más justo y consciente. En estos espacios que hemos construido como comunidad universitaria se reafirma la necesidad de encuentros que permitan la reflexión colectiva, tal como lo vivimos en la actividad “Mateada para estudiantes: contención en momentos de crisis” realizada hace algunos días.
Es importante que los y las jóvenes, tanto universitarios como secundarios, logren encontrar estos espacios de contención, donde puedan libremente expresar sus emociones. Así mismo, entendiendo estos tiempos como momentos de cambio, se hace crucial promover el pensamiento crítico y sobre todo la escucha activa, habilidades que nos permitirán avanzar en la construcción del nuevo Chile.
Es trascendental que como acompañantes y facilitadores de este proceso formativo, no sólo las instituciones educativas se hagan cargo de generar diálogos y encuentros; todos los actores nacionales debemos ser conscientes de lo que está ocurriendo. Tiene relevancia validar experiencias transgeneracionales que nos permitan aprender, educarnos y expresarnos con conocimiento.
Ésta es una gran oportunidad para formar en conciencia a nuestros jóvenes, observar cómo actuamos en el día a día, con nosotros mismos y los otros. Debemos
revisar nuestras acciones y preguntarnos en qué estamos aportando para lograr esa justicia social, cómo nos involucramos con nuestras comunidades y territorios y acompañar a nuestros jóvenes en este proceso.
Camila Rauld Vásquez
Psicóloga, área de Acompañamiento en Educación Superior
Programa PACE UACh, Campus Patagonia